Para una patética persona

Carta: 

Para una patética persona

Para una patética persona

Mi mente me sigue torturando ¿por qué eres tan patético? Y mi corazón reafirma -eres un asco de persona-.  Mis sentidos no me deja pensar con claridad y mis pensamientos claman ser otra persona; quizás algún conocido o mejor dicho tener otra vida. Siento como no encajo en esta pequeña habitación, estas cuatro paredes me está matando, mis pensamientos son un taladro que me está perforando el cráneo.  Mi mente es llenada de quimeras  que nunca se cumplirán, y yo como un imbécil ¿ tratado de soñar?. Me siento más solo que nunca, aunque esté rodeado de muchos. ¿Por qué putas soy así? Y no alguien más. El desprecio de la gente me hace desvelar y mi conciencia quiere que yo sea el verdugo de todo lo que le sucede a los demás. Me siento miserable, detestable incomprendido, alguien que nunca se ha enamorado, confieso que solo dos veces lo estado, confieso que fabrique en mi mente falsas promesas, nunca he tenido nada serio, soy muy tímido, y creo que siempre estaré solo, sin nadie a mi lado, sin el aliento cálido de una confidente,  sin sus caricias suaves en mi rostro, nunca sabré que se siente besar unos labios, nuca lo he hecho, nunca sabré en verdad que se siente ser querido por alguien. Vivo en un mar de dudas e invenciones deseando lo que no poseo, anhelando lo que nunca tendré. ¿Por qué nací tan miserablemente y solo? Eso únicamente  lo sabe mi destino, ahora solo me queda es sonreír, tapar con el maquillaje de la sonrisa mi sufrimiento, ocultar de las voces chismosas que piensan que lo he tenido todo. Y  al final darme cuenta que siempre me he sentido patético,  insignificante, algo que no vale nada, ni siquiera merezco la mirada de alguien, me siento apenado por alguna palabra, porque sé que no la merezco, no soy digno de nada ni de nadie, soy alguien que se siente destable. ¿Por qué mierdas no me he enamorado? eso solo el tiempo me lo responderá, por ahora mi corazón anhela dejar de llorar, mi alma para de sufrir y mi mente parar de pensar. Ahora solo quiero pensar que no fue fabricado para amar.

Creo que está carta de mí para mí, es tan patética del inicio hasta el final.

Atentamente.

Un patético llamado Cristian Iván