Poema: Desde su púlpito
Desde su
púlpito amenazaba a los herejes,
Lanzaba
blasfemias sacras,
Su saliva
frenética era absorbida con su lengua,
Su ceño
fruncido revelaba su rabia.
El
frenético manoteo de sus manos,
La manía de
mover la cabeza frente a sus fieles,
Los
lascivos pasajes que lanzaba como dardos,
Y nadie se
inmutaba.
El cura bajó
entonces de su trono,
Babeante
escupía a sus fieles en la cara,
Los
señalaba como inquisidores,
Exclamaba a
los cielos palabras profanas.
Cuando pasó
al lado mío,
Puede oler
su ira agazapada,
Estaba
enojado,
Un hombre
entró al templo con falda.
Al cura lo alarmó este simple
acto,
Todos
voltearon a ver quién era el intruso,
Las madres
tapaban los ojos a sus hijos,
Mientras el
clérigo lento se acercaba.
Cogió al
hombre de un mechón de su peluca,
Lo arrastró
fuera de la iglesia,
Lo
calumnió, lo abofeteó, lo maldijo,
Mientras
todos cantábamos a la paz en la iglesia.
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