Comentario literario
El cine desde una
perspectiva de evasión de la realidad, en la novela El beso de la mujer araña, de Manuel Puig
La novela
El beso de la mujer araña del
escritor argentino Manuel Puig, relata la historia de Valentín Arregui, preso político; y Alberto Molina,
decorador de vidrieras, condenado por corrupción de menores. La historia se
desarrolla en una prisión argentina de los años setenta y se sitúa en un
contexto de represión tanto política como sexual. En un comienzo, esta novela
fue censurada en su país de origen, debido a que abordaba temas delicados para
su época, puesto que: “es comprensible que los regímenes que aspiran a
controlar totalmente la vida desconfíen de las ficciones y las sometan a
censuras”(Llosa, 1996, p. 275).
La
narración de Manuel Puig se caracteriza, entre otros puntos, por tener un diálogo
intercalado y a modo de obra de teatro. Es decir, a lo largo de esta novela se presentan
diferentes tipos de voces que organizan la historia. Lo anterior se puede notar
con las notas al pie de página del escritor, las películas narradas por uno de
los personajes, las entrevistas con el director de la prisión y el informe del
seguimiento policial a Molina cuando este es liberado. Respecto al diálogo, este
permite caracterizar a Valentín y
Molina, puesto que:
“cada uno de los personajes tiene su visión específica del mundo y hace de su
palabra un objeto para su representación” (Bobes, 1998, p.24). En el
presente texto se pretende analizar cómo las películas, narradas por Molina, son
una forma de evadir las diferentes situaciones y sentimientos que padecen ambos
reclusos.
Para
comenzar, en la novela se puede evidenciar que Molina usa sus recuerdos
de las películas: La mujer pantera, La mujer zombi, La cantante de Cabaret,
entre otras, como una forma de fugarse de la cárcel y de olvidar algunos sentimientos de tristeza que en
ocasiones padece. En esta medida, la ficción es un medio de evasión de la
realidad ya que contribuye a olvidar los diferentes factores que presenta la
monotonía diaria de la prisión: “Hay una evasión en la
medida en la que durante cierto tiempo, salimos de la facticidad de nuestra
propia existencia, del mundo que nos rodea” (Zorroza, 2001, p. 71). La siguiente conversación deja en
evidencia la intención de Molina de fugarse de la realidad. Este personaje recuerda
la historia que relata un viejo pianista en un alejado bosque: “—Voy a pensar yo en alguna película, alguna que a vos no te guste, (…) Y así me voy a entretener” (Puig, 1976, p.67). En el anterior diálogo, la expresión
“entretener” de Molina denota que recordando esta película logra distraerse y
olvidar por un instante el hecho de estar encarcelado.
Por otra parte, en una ocasión Molina recuerda la
película que narra la historia de una cantante de Cabaret, mientras lo hace,
afirma que esta era divina y aunque sabía que era un filme de propaganda Nazi,
a él solo le interesaba distraerse:“— (…) mientras estoy acá encerrado no puedo
hacer otra cosa que pensar en cosas lindas, para no volverme loco, ¿no?… Contestame”.
(Puig, 1976, p.57). Molina ignora el trasfondo que pueda llegar a tener las
películas que cuenta. Dicho de otra forma, este ve el cine como una manera de entretenerse.
También, se puede afirmar que gracias a la narración de estas películas, Molina
logra mantenerse cuerdo. Es decir, este usa la ficción como un medio para
soportar la realidad que vive y, en cierta medida, este acto de
evasión contribuye a conservar su salud mental.
Teniendo en cuenta la ficción como evasión, esto también
se puede apreciar cuando Molina y Valentín recurren a las películas como una
forma de olvidar el sufrimiento que padecen. Esta dolencia de se debe a que
ambos ingirieron comida envenenada. En un primer momento, Molina siente un
fuerte dolor abdominal, Valentín se preocupa y le aconseja que retome la película
que antes le estaba contando: “Y bueno, ¿qué era lo que pasaba entonces? Uhmm…
ay qué feo, cómo duele… —Contame así no pensás en el dolor, te duele menos si
te distraés…”(Puig, 1976,p.63). En esta conversación, la intención de Valentín es
que Molina pueda dejar de lado el dolor que siente usando como distracción la
narración del
filme La mujer zombi.
De igual modo, Valentín
se enferma debido a la comida envenenada. En esta ocasión, este personaje le pide
a Molina que continúe la narración de una película, ya que en ese momento se
sentía mal y deseaba distraerse con uno de los relatos de su compañero: “—Es
que estoy embromado, seguí vos, que me hace bien pensar en otra cosa. —Esperate
que perdí el hilo.” ( Puig, 1976, p.112). Es de notar, que estas películas son
una forma de menguar el dolor que aflige
tanto a Molina como a Valentín. El consuelo que la ficción ofrece hace que
estos personajes puedan distraer sus necesidades fisiológicas. Es decir, el
reconstruir que Molina entreteje ayuda a que ambos olviden, por un instante, la
difícil situación por la que están pasando.
Por otra parte, con
relación a la ficción como fuga, en la novela se puede encontrar la
idealización que Molina tiene con el hecho de ser mujer. Esto se debe a que es
un personaje que no se siente a gusto en su cuerpo de hombre. Lo anterior, se
puede notar en las descripciones que Molina hace sobre las protagonistas de sus
películas. A partir de esto, es posible inferir que estas caracterizaciones son
un tipo de idealización, que se relaciona con el hecho de ser alguien más. Esto
se puede constatar en el siguiente diálogo donde precisa los rasgos de una de ellas:
“—una mujer inteligente, una mujer hermosa, una mujer Educada, (….) una mujer
de moral insobornable, una mujer de gusto impecable, una mujer de vestir
discreto y elegante, una mujer joven y madura a la vez”. (Puig, 1976, p. 84) Molina
mediante el recuerdo de estas mujeres, demuestra el anhelo de ser como una
ellas. Esto se puede notar debido a que describe obsesivamente a cada una de
ellas. En
esta medida: “la ficción nos parece personificar una actitud idealista (…) Por
querer ser distinto de lo que se es (…)” (Llosa, 1996, p. 270) Es
decir, Molina en su intento de vivir otra vida, recurre a la ficción para
lograr uno de sus deseos más profundos: ser una mujer.
El beso de la mujer araña es una novela que presenta
personajes que tienen el deseo de fugarse de las situaciones que padecen en la
prisión. En el caso de Molina, este trae al presente el recuerdo de ciertas
películas, con el fin de soportar el hecho de estar encarcelado. Asimismo las
narraciones de Molina son un medio de distracción que ayuda a olvidar el
envenenamiento que sufren ambos personajes. Por
otro lado, Molina usa el recuerdo de las protagonistas de las películas para
escapar de la realidad de ser hombre, e idealizarse como mujer. En últimas, es
posible constatar que en la novela el cine es un medio tanto de evasión como de idealización.
Referencias bibliográficas
Bobes Naves, M. (1998). “Concepto: definición y
caracterización de la novela” e “Historia y tipología de la novela”. La novela.
Madrid: Editorial Síntesis.
Puig, M. (1976). El beso de la mujer araña. Argentina:
Editorial Seix Barral.
Vargas Llosa, M. (1996). “El
arte de mentir”. En: Teoría de la novela. Antología de textos del siglo XX.
Sullà, E. (Ed.). Barcelona: Crítica.
Zorroza, I. (2001). Ficción, experiencia y realidad. En: Revista de comunicación. Volumen 6, pp
70-78.
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